Más misioneras son esclavas en el sótano de un burdel de Río Gallegos
Posadas - Argentina.- (Territorio Digital) El Sur de la Argentina se convirtió en el destino preferencial de las redes de trata de personas. Los casos se conocieron en la investigación que permitió el rescate de una joven posadeña de 19 años de edad. Junto a paraguayas, son custodiadas por hombres que luego las preparan para complacer a influyentes clientes
Una poderosa red de trata de personas mantiene esclavas a varias misioneras y paraguayas desde hace meses en una casa particular de la ciudad de Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz, víctimas del tráfico y comercio sexual que se acentúa en el país.
De la misma casa de citas fue rescatada hace dos semanas una posadeña de 19 años de edad, en un inusual operativo desplegado por efectivos de la Gendarmería Nacional, con la participación de agentes del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, del Ministerio de Derechos Humanos de Misiones y de la coalición Alto a la Trata con asiento en la capital provincial.
De la intervención policial y judicial de ese resonante caso, se supo que desde hace meses un grupo de chicas misioneras y paraguayas son esclavizadas hasta en un sótano y que inclusive algunas de ellas pudieron escapar del cautiverio pero sin establecer hacia dónde y cómo lo hicieron.
Las chicas, una vez reclutadas bajo distintas modalidades de engaño o seducción, son esclavizadas en una casa particular alquilada por uno de los integrantes de la red de trata y tráfico de personas, en donde permanecen custodiadas por al menos dos hombres.
Con poca atención personal, son alistadas diariamente para mantener sexo con influyentes clientes, según reveló una fuente de la coalición Alto a la Trata.
Durante el mes de abril de este año, fue sancionada y promulgada la Ley 26.364 de prevención y sanción de la trata de personas y asistencia a las víctimas.
Desde entonces los departamentos municipales de Garupá y Candelaria se adhirieron de manera inmediata a la Ley teniendo en cuenta que la provincia es considerada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como una de las principales facilitadoras de mujeres para este creciente negocio ilegal, a convertirse en el más redituables en unos dos años.
Los poderosos
Desde la coalición Alto a la Trata se confirmó que desde el rescate de la posadeña de 19 años, los integrantes de esa organización intentan interiorizarse e introducirse en la causa judicial. Es que a pesar de que no existen denuncias respecto a las chicas esclavizadas -como sí lo hubo en el caso de la posadeña por parte de su madre-, las investigaciones revelan el sufrimiento de las misioneras y las paraguayas en la casa alquilada para la trata de personas con fines de prostitución comercial.
Según se detalló, los clientes son personas poderosas y hasta habría vinculaciones entre la Policía de Santa Cruz y la red que opera en la ciudad de Río Gallegos.
Los investigadores de la coalición Alto a la Trata no dejaron sospechas respecto a la influencia de los “poderosos clientes” para que las redes obtengan la fuerza y la impunidad con la que actúan, tanto en la captación como en el trato de las mujeres, en su mayoría menores de edad.
Incluso trascendió que durante la investigación llevada a cabo para la liberación de la posadeña de 19 años, el juez federal de Río Gallegos se mostró muy “cerrado” con los pesquisas misioneros y de acuerdo a las declaraciones de los integrantes de Alto a la Trata, “siempre se filtraba mucha información”.
El gran negocio
La trata de personas es el tercer negocio ilícito que más ganancias deja a nivel mundial después de la venta de drogas y de armas, con un monto calculado de 32.000 millones de dólares, según la Organización de las Naciones Unidas.
Pero la ONU estima que en 2010 la trata de personas estará casi al mismo nivel, incluso superando los ingresos ilegales que los del tráfico de drogas y de armas. Cada año, unas 800.000 personas son víctimas en el mundo del tráfico de personas.
“Te vamos a hacer boleta”
La Gendarmería Nacional ya había actuado. La Justicia Federal y funcionarios del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, estaban en el comando de rescate.
La posadeña de 19 años había sido rescatada del burdel o de la casa de esclavitud de Río Gallegos con éxito.
Pero el operativo de regreso hacia la provincia de Misiones tuvo sus esperadas complicaciones. Es que la inteligencia del comando debió moverse con más precaución que la de costumbre, porque en las intervenciones concretadas en el ámbito de los tratantes de personas, se escuchó claramente la amenaza a la misionera: “Te vamos a hacer boleta”.
Desde entonces, todo movimiento previamente planificado fue modificado hasta tener la certeza de que ninguna otra “información” fuera filtrada en el operativo.
La misionera fue rescatada el lunes 28 de julio a la madrugada, por efectivos de la Gendarmería Nacional, luego de la autorización de la Justicia que procedió de acuerdo con las instrucciones de los funcionarios misioneros, quienes recibieron la denuncia de la madre de la joven.
Según afirmó la madre, su hija recibió una oferta laboral para trabajar como empleada doméstica en el Sur argentino, pero según otras investigaciones, la posadeña se habría enterado sobre un posible engaño, ya en camino.
Según averiguaciones de Alto a la Trata, la posadeña, como la mayoría de las chicas reclutadas y secuestradas con fines de explotación, permanecen en esas casas durante semanas o meses.
Durante ese tiempo las someten a un promedio de diez relaciones sexuales por día. Por lo general, durante ese tiempo, les dan poca alimentación. ¿La razón? Porque se les promete que después de cada acto sexual se le va a dar algo para comer, por lo que al principio siempre están dispuestas a tener relaciones.
En Itá Ibaté, otro caso de reclusión y maltrato
Durante el mes de noviembre del año pasado, Gendarmería Nacional allanó un prostíbulo de la ciudad correntina de Itá Ibaté, en el marco de una investigación tendiente a desbaratar a una organización dedicada a la explotación sexual de menores, iniciada luego de que dos chicas de 14 años se escaparan de ese burdel.
Las adolescentes que se fugaron de un largo cautiverio, de acuerdo a una fuente del caso, eran de nacionalidad paraguaya y fueron maltratadas y abusadas sexualmente, además de ser obligadas a mantener relaciones íntimas con hombres de todas las edades, en un burdel ubicado a un 3 kilómetros del acceso a Itá Ibaté.
Las menores, según determinó una investigación realizada por Gendarmería Nacional, vivieron raptadas durante varios meses.
Según el relato de las paraguayas, se armaron de “coraje" y cuando tuvieron la oportunidad , salieron corriendo del prostíbulo hasta llegar al centro del pueblo con todas las intenciones de regresar a su casa, en la ciudad de Encarnación, Paraguay.
Las chicas dijeron luego a los investigadores que llegaron a Itá Ibaté engañadas por miembros de una banda delictiva que les prometieron “trabajar como mucamas” en residencias de distintas personas “decentes”.
El comandante principal Guillermo Enrique Aguirre, jefe del Escuadrón 47, indicó en su momento al diario Época de la capital correntina, que el ingreso de las menores desde Paraguay se produjo ilegalmente y con la utilización de documentos falsificados.
En el marco de la investigación y por orden del Juzgado de Instrucción Número 3 de Corrientes, los pesquisas, tras el relato de las chicas, allanaron el burdel conocido como “La Escuelita”, en donde fue incautada una abultada suma de dinero en pesos y dólares estadounidenses.
Según las víctimas residentes en Encarnación, no ganaban dinero y sólo les permitían salir a comer, siempre controladas. Y que el resto del tiempo permanecían encerradas y bajo vigilancia.







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