Desde el 2005, aproximadamente 32 niños han sido violados sexualmente en España para producir pornografía infantil
España.- El veterano investigador Luis García, de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la policía, ha tenido que acostumbrarse a ver a menores violados o maltratados por adultos. Él pensaba que la mayoría de los vídeos pedófilos que pueblan la red se grababan en lugares remotos. Pero ha comprobado que también se ruedan en su propio país.
Desde el año 2005, la BIT ha identificado en vídeos pedófilos elaborados en España a 32 menores de hasta 14 años. Siete en este año. El último caso es el de Cristhian Jesús Ossio Risco, un peruano que durante años violó a una menor, la grabó en vídeo y colgó las imágenes en la red. "Éste es un caso muy duro", añade Eduardo, otro agente de la BIT.
Los agentes de esta brigada y del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil pasan horas ante los ordenadores. El trabajo comienza cuando localizan un archivo, de foto o de vídeo, en internet con contenido pedófilo. Lo primero es saber dónde se ha rodado y, si es posible, identificar al agresor y la víctima.
La BIT ha ejecutado desde el 2005 cuatro operaciones en las que 32 menores violados o maltratados eran españoles o vivían en España. "Cuando vas a visitar a un padre y le dices que su hijo ha sido violado, no se lo cree y quiere ver el vídeo", explica García. "Nosotros le decimos que es duro, que no es necesario. Ellos insisten pero, cuando ven a su hijo, enferman". La mayoría acaba en tratamiento psiquiátrico.
Los agentes de esta brigada y del Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil pasan horas ante los ordenadores. El trabajo comienza cuando localizan un archivo, de foto o de vídeo, en internet con contenido pedófilo. Lo primero es saber dónde se ha rodado y, si es posible, identificar al agresor y la víctima.
La BIT ha ejecutado desde el 2005 cuatro operaciones en las que 32 menores violados o maltratados eran españoles o vivían en España. "Cuando vas a visitar a un padre y le dices que su hijo ha sido violado, no se lo cree y quiere ver el vídeo", explica García. "Nosotros le decimos que es duro, que no es necesario. Ellos insisten pero, cuando ven a su hijo, enferman". La mayoría acaba en tratamiento psiquiátrico.
El investigador detalla cómo, en una ocasión, una familia le hizo una petición: "¿Podemos estar cinco minutos con el detenido?".
Casos indignantes
Los agentes relatan casos como el llamado Nanisex, un joven que trabajaba de canguro (niñero) junto a algunos cómplices, quienes habían grabado vídeos con nueve niños en Galicia, Murcia y Madrid.
También está el caso de dos guías de campamento que se grabaron dando azotes a cinco niños y colgaron las imágenes en páginas de spanking, donde recalan los aficionados a las imágenes de sadomasoquismo. Estos criminales tuvieron acceso a 200 menores.
Otro caso es el de una madre de un niño, el cual había caído en una de estas redes. Esta joven madre se ofreció a colaborar e incluso aceptó que su hijo, dentro de una fuerte operación de control policial, quedara con el pedófilo. El caso llevó a identificar a 17 menores españoles que habían sido vejados.
Operación Huaralino
Los agentes escudriñaron la escenografía. Vieron unas cajas de ordenadores WYSE y una lata de aceite Repsol. Comprobaron que las cajas pertenecían a ordenadores de control de almacén, que habían sido utilizadas hasta 2002 en suministros a empresas como Repsol o Renault.
Lo primero fue preguntar e investigar en esas empresas cuántos de sus trabajadores en España se llamaban Cristhian. También se consultó la base de datos de extranjería. Les salieron "más de 10.000 personas llamadas Cristhian". Sin resultado.
Mientras, otros agentes localizaron otros vídeos de Ossio, esta vez mudos y grabados en otros entornos. La BIT recurrió para analizarlos al Colegio de Sordomudos de Madrid, donde se estudió el movimiento de los labios del agresor y llegaron "a interpretar algún diálogo".
Pero la clave fue el politono del teléfono móvil que sonaba en el primer vídeo. Resultó ser el himno nacional de Perú. La policía viajó a ese país en busca de nuevos datos. Por fin logró identificar a Ossio. Ya con un nombre y una cara, fisgaron su vida laboral (fue camarero y trabajó para una empresa de cámara oculta) y se determinó que el primer vídeo lo había grabado en el local de la empresa de alquiler de vehículos para la que trabajaba. Los agentes detuvieron a Ossio y, posteriormente, identificaron a la niña que había violado repetidamente entre los nueve y los 13 años.
La niña contó datos "espeluznantes". Cómo le ofrecía regalos y dinero a cambio de sus abusos. "Si la niña se negaba, era forzada físicamente, llegando incluso a ser azotada con el cinturón por el violador", según relataron diversas fuentes durante la investigación.
La niña contó datos "espeluznantes". Cómo le ofrecía regalos y dinero a cambio de sus abusos. "Si la niña se negaba, era forzada físicamente, llegando incluso a ser azotada con el cinturón por el violador", según relataron diversas fuentes durante la investigación.
La policía sabe que el detenido accedió a esta niña tras ganar la confianza con su madre. Luego supieron que una segunda niña había caído en las garras de este depredador sexual. Lo saben porque una madre denunció en un juzgado que su asistenta le había dicho que Ossio abusaba de la niña. "Pero Ossio engatusó a la niña, que tenía seis años, con regalos y, cuando se le tomó declaración, lo negó todo", se lamenta un policía. Todo muy desagradable.
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