Cuando el defensor se convierte en agresor

Nederland- España .- (Radio Nederland) Los ‘cascos azules' de las Naciones Unidas vuelven a estar en el ojo del huracán. En este caso se trata de cascos azules indios, que según una investigación de la ONU, podrían haber cometido abusos sexuales en la República Democrática de Congo.
La noticia de una investigación por presuntos abusos sexuales cometidos por fuerzas de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas no es inédita, pero no por ello deja de llamar la atención el hecho de que personas que forman parte de una misión internacional de paz se vean envueltas en escándalos sexuales en los países a los que, supuestamente, están ayudando.
En el caso de los cascos azules indios, las sospechas aún no han sido confirmadas, pero ya ha habido declaraciones oficiales del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, quien ha asegurado sentirse muy preocupado por este nuevo escándalo y ha insistido en la necesidad de que se adopten medidas disciplinarias estrictas contra los cascos azules a quienes se pruebe responsables de abuso o explotación sexual durante su trabajo como parte de la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática de Congo (MONUC).
Ban Ki-Moon aprovechó sus declaraciones para destacar el apoyo de India a las operaciones de paz de Naciones Unidas y expresó su agradecimiento y respeto a los cascos azules indios y de otras nacionalidades que sirven a la causa de la paz.
Informe La Oficina de Supervisión Interna de la ONU entregó esta semana al Secretario General de la organización, un informe que revela que algunos soldados aportados a la MONUC por parte del gobierno de India habrían cometido actos de explotación y abuso sexual, según confirman pruebas de ‘prima facie' (primera vista).
El caso entraña el "abuso de chicas jóvenes y en algunos casos de chicos por parte de al menos 100 pacificadores indios en un período de 7 años", según informó un funcionario de la ONU que prefirió quedar en el anonimato. La investigación está abierta desde hace meses.
Los soldados presuntamente involucrados en los hechos han sido devueltos a India. El gobierno del país asiático ha asegurado a los funcionarios de la ONU que emprenderá todas las investigaciones necesarias para verificar las acusaciones y que, de probarse las imputaciones, tomará las medidas correspondientes, que serán "estrictas y ejemplarizantes".
La Misión de Naciones Unidas en la República del Congo es una de las operaciones de paz más grandes de la ONU y se estableció en el año 1999. En ella participan 16.475 soldados que proceden de 18 países, entre los que destacan India y Pakistán, que aportan 4.372 y 3.551 efectivos respectivamente.
Su mandato original fue el de asegurar la implementación del Acuerdo de Lusaka, firmado en 1999. En primer lugar, la Misión se centró en garantizar el alto el fuego entre las partes contendientes en la República Democrática de Congo. Actualmente la operación se encuentra en su tercera fase, que es la de facilitar el proceso de desarme, desmovilización, repatriación, restablecimiento y reintegración de los desplazados por el conflicto.
La Misión está autorizada a utilizar la fuerza para proteger a los civiles que se encuentren bajo amenaza inminente o que sufran violencia física, y para contribuir a la mejora de las condiciones de seguridad.
PrecedentesLa organización defensora de los derechos de los niños, Save the Children, ha denunciado en anteriores ocasiones los abusos que sufren los niños por parte de integrantes de fuerzas de paz y trabajadores de organismos humanitarios, y asegura que es algo que ocurre en diferentes partes del mundo.
Un estudio realizado por Save the Children descubrió un amplio rango de explotación y abuso: niños intercambiando sexo por comida, sexo forzado, abuso sexual verbal, prostitución infantil, pornografía infantil, esclavitud sexual, ataque sexual y tráfico de niños. La organización pidió en su momento la creación de una entidad internacional de vigilancia para confrontar el asunto.
La propia ONU documentó en el año 2005 más de 105 denuncias contra cascos azules en la República Democrática de Congo. La organización denunció que los militares se aprovechaban de la desesperada situación de las mujeres y niñas congolesas para practicar el sexo con ellas a cambio de comida o pequeñas sumas de dinero. Además, el informe de hace tres años ya reconocía que los abusos se repiten prácticamente en cada una de las misiones de paz de la ONU.
Todo esto demuestra que la información no es nueva. Quizá lo novedoso sea la nacionalidad o la cantidad de implicados, pero las denuncias de abusos por parte de funcionarios que trabajan por la paz vienen de antiguo y sólo queda preguntarse hasta cuándo persistirán estos excesos.
La noticia de una investigación por presuntos abusos sexuales cometidos por fuerzas de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas no es inédita, pero no por ello deja de llamar la atención el hecho de que personas que forman parte de una misión internacional de paz se vean envueltas en escándalos sexuales en los países a los que, supuestamente, están ayudando.
En el caso de los cascos azules indios, las sospechas aún no han sido confirmadas, pero ya ha habido declaraciones oficiales del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, quien ha asegurado sentirse muy preocupado por este nuevo escándalo y ha insistido en la necesidad de que se adopten medidas disciplinarias estrictas contra los cascos azules a quienes se pruebe responsables de abuso o explotación sexual durante su trabajo como parte de la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática de Congo (MONUC).
Ban Ki-Moon aprovechó sus declaraciones para destacar el apoyo de India a las operaciones de paz de Naciones Unidas y expresó su agradecimiento y respeto a los cascos azules indios y de otras nacionalidades que sirven a la causa de la paz.
Informe La Oficina de Supervisión Interna de la ONU entregó esta semana al Secretario General de la organización, un informe que revela que algunos soldados aportados a la MONUC por parte del gobierno de India habrían cometido actos de explotación y abuso sexual, según confirman pruebas de ‘prima facie' (primera vista).
El caso entraña el "abuso de chicas jóvenes y en algunos casos de chicos por parte de al menos 100 pacificadores indios en un período de 7 años", según informó un funcionario de la ONU que prefirió quedar en el anonimato. La investigación está abierta desde hace meses.
Los soldados presuntamente involucrados en los hechos han sido devueltos a India. El gobierno del país asiático ha asegurado a los funcionarios de la ONU que emprenderá todas las investigaciones necesarias para verificar las acusaciones y que, de probarse las imputaciones, tomará las medidas correspondientes, que serán "estrictas y ejemplarizantes".
La Misión de Naciones Unidas en la República del Congo es una de las operaciones de paz más grandes de la ONU y se estableció en el año 1999. En ella participan 16.475 soldados que proceden de 18 países, entre los que destacan India y Pakistán, que aportan 4.372 y 3.551 efectivos respectivamente.
Su mandato original fue el de asegurar la implementación del Acuerdo de Lusaka, firmado en 1999. En primer lugar, la Misión se centró en garantizar el alto el fuego entre las partes contendientes en la República Democrática de Congo. Actualmente la operación se encuentra en su tercera fase, que es la de facilitar el proceso de desarme, desmovilización, repatriación, restablecimiento y reintegración de los desplazados por el conflicto.
La Misión está autorizada a utilizar la fuerza para proteger a los civiles que se encuentren bajo amenaza inminente o que sufran violencia física, y para contribuir a la mejora de las condiciones de seguridad.
PrecedentesLa organización defensora de los derechos de los niños, Save the Children, ha denunciado en anteriores ocasiones los abusos que sufren los niños por parte de integrantes de fuerzas de paz y trabajadores de organismos humanitarios, y asegura que es algo que ocurre en diferentes partes del mundo.
Un estudio realizado por Save the Children descubrió un amplio rango de explotación y abuso: niños intercambiando sexo por comida, sexo forzado, abuso sexual verbal, prostitución infantil, pornografía infantil, esclavitud sexual, ataque sexual y tráfico de niños. La organización pidió en su momento la creación de una entidad internacional de vigilancia para confrontar el asunto.
La propia ONU documentó en el año 2005 más de 105 denuncias contra cascos azules en la República Democrática de Congo. La organización denunció que los militares se aprovechaban de la desesperada situación de las mujeres y niñas congolesas para practicar el sexo con ellas a cambio de comida o pequeñas sumas de dinero. Además, el informe de hace tres años ya reconocía que los abusos se repiten prácticamente en cada una de las misiones de paz de la ONU.
Todo esto demuestra que la información no es nueva. Quizá lo novedoso sea la nacionalidad o la cantidad de implicados, pero las denuncias de abusos por parte de funcionarios que trabajan por la paz vienen de antiguo y sólo queda preguntarse hasta cuándo persistirán estos excesos.






























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