Niñas de Brasilia obligadas a prostituirse por menos de dos dólares

El periódico afirma que estas niñas son sólo tres de las decenas que son prostituidas en la terminal de transporte, uno de los puntos de mayor movimiento de Brasilia.
La terminal está situada en el centro geográfico de la capital y por allí pasa cada día cerca de un millón de personas que reside en las llamadas "ciudades satélites", que son en su mayoría humildes barriadas situadas a entre 30 y 40 kilómetros.
Según el diario, las escenas de prostitución infantil se repiten también de madrugada en los alrededores de la llamada Explanada de los Ministerios, una céntrica avenida en la que se concentran todos los edificios del poder público, incluidos el Congreso y el Palacio presidencial de Planalto.
Portavoces de la policía admitieron esa realidad y dijeron que las autoridades la combaten, pero reconocieron que sin mucho éxito. "Retiramos a las niñas de la calle para mantenerlas lejos de esas situaciones de riesgo, pero ellas siempre vuelven", dijo al Correio Braziliense el oficial Alexandre Traback, de la Comisaría del Niño y el Adolescente.
La prostitución infantil es una práctica extendida en todo Brasil y se concentra especialmente en los grandes centros turísticos del nordeste del país o en grandes ciudades como Río de Janeiro y Sao Paulo.
Según el titular de la Secretaría Especial de Derechos Humanos de la Presidencia, Paulo Vannuchi, el número de niños y niñas que son arrastrados a la prostitución en el país "es incalculable, pero con seguridad es altísimo".
Organizaciones no gubernamentales sostienen que esa cifra puede llegar a 500.000 y, según la propia Secretaría de Derechos Humanos, se han comprobado casos en por lo menos 927 de los 5.564 municipios del país.
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