Crece el riesgo jurídico en jóvenes. En EE UU afirman que el 20% de los adolescentes se sacó fotos desnudos o semidesnudos para Internet

EE.UU.- (UNO) En Estados Unidos, uno de cada cinco adolescentes corre el riesgo de ir a la cárcel por el delito de sacar y distribuir de imágenes de desnudos de sí mismos, afirma Riva Richmon en un artículo publicado el miércoles último en The New York Times. El problema central surge del mix entre la curiosidad sexual que despierta en la adolescencia, el sentido crítico aún plena etapa de maduración y esa modalidad de amor moderno, en el que escasea el diálogo cara a cara y prevalece la comunicación digital.

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Richmon cita un caso sucedido en el norte de Nueva York, en el último verano de ese país (hace ya casi un año, para nosotros), cuando un menor, durante una fiesta, se sacó fotos obscenas de sí mismo, se las envió a una compañerita del colegio, ella se lo envió a otra compañerita, y así -dicho en palabras simples, "se corrió la bola"- llegó hasta otros 300 niños.

Un reciente estudio elaborado por la oficina del gobierno estadounidense a cargo de las campañas para prevenir el embarazo adolescente o no planificados, el 20 por ciento de los adolescentes se han sacado fotografías o filmaron sus "videítos" desnudos o semidesnudos y los han hecho circular en la Red. Richmon expresa que el 69 por ciento de estas imágenes o videos son como regalos para sus respectivas novias o novios (en definitiva, filmarse desnudos para que su pareja tenga un lindo recuerdito) y el 30 por ciento restante, para llamar la atención de alguna persona con quien desearía vivir un romance.

"Pero el problema se multiplica cuando la ley se involucra", expresa Richmon. Este tipo de contenidos que proliferan en los más jóvenes en muchos estados de esa nación "es ilegal" por tratarse de un comportamiento muy cercano al que efectúa quien se dedica a la pornografía infantil: crear imágenes con desnudos explícitos de un menor de edad, poseerlas y hasta distribuirlas. Si bien "estas leyes fueron redactadas para hacer frente a los abusos de adultos hacia menores, resulta que no eximen a los menores que crean y distribuyen las imágenes; incluso, si las imágenes son de ellos (lo que desde lo jurídico se presume como las víctimas)", sostiene el artículo de New York Times.

Mark Rasch, un ex fiscal de delitos cibernéticos del Departamento de Justicia estadounidense, explica los ingredientes de esta fórmula que hoy en día complica el escenario jurídico de los niños y adolescentes de ese país, (y por qué no trasladarlos al entorno de nuestra región, si se tiene en cuenta que no somos ajenos a esta realidad). "La combinación de leyes mal redactadas, las nuevas tecnologías, la inflexibilidad de las penas draconianas y las hormonas adolescentes dan resultados potencialmente desastrosos."