Red Peruana contra la Pornografía Infantil

Asociación Civil sin fines de lucro, que busca la erradicación de las redes de productores, distribuidores y consumidores de pornografía infantil en el Perú y Latinoamérica, principalmente de aquella que se ejecuta vía Internet. Asimismo, lucha contra la Trata de Personas, la Explotación Sexual Comercial Infantil y el Tráfico de niños, niñas y adolescentes, trabajando en coordinación con otras instituciones que persiguen similares fines.

martes, enero 05, 2010

Absuelven a 2 baracaldeses que pasaron un año presos por pedofilia. Guardia Civil les acusó de liderar «una gran red» de pornografía infantil

Vizcaya - España.- (Josu García - El Correo) El Tribunal Supremo ha absuelto de forma definitiva a dos vecinos de Barakaldo que pasaron casi un año en prisión preventiva después de que fueran detenidos a comienzos de 2008 por la Guardia Civil bajo la acusación de poseer «millones de vídeos y fotografías de pornografía infantil». Los magistrados que han revisado el caso han considerado probado que uno de los procesados tenía 6 archivos informáticos de tipo pedófilo en su ordenador, mientras que el otro contaba con 42. No obstante, el alto Tribunal concluye que este material constituía «una pequeña parte» de toda la información que acumulaban en sus discos duros y que lo descargaron a través del programa Emule «sin tener conocimiento» de lo que se trataba realmente.
La detención de los dos hombres, que ahora tienen 32 y 35 años, se produjo el 16 de enero de 2008, en el transcurso de una operación que la Guardia Civil bautizó con el nombre en clave de 'Nablot'. Varios agentes entraron en los domicilios de estos dos amigos y se incautaron de un buen número de discos duros externos, así como de dos ordenadores. De forma coordinada, otra persona fue arrestada en Tenerife, pero quedó en libertad después de pagar una fianza. Los jóvenes baracaldeses, sin embargo, ingresaron en presidio al ser acusados de un delito de tenencia y distribución de material pedófilo. Un quebrantamiento del Código Penal que se castiga con un mínimo de un año de reclusión y un máximo de cuatro.
Unos días después de la operación, la Delegación del Gobierno en Euskadi se felicitó por el resultado de las investigaciones policiales. Ofreció una rueda de prensa en Vitoria, en la que mostró los discos duros, decenas de DVDs y los ordenadores incautados. Entonces hablaron de que había caído «una gran red, una de las mayores de España», de distribución de pornografía infantil, con «millones de imágenes y vídeos».
Nada más lejos de la realidad. El 25 de noviembre de 2008, diez meses después de ingresar en prisión, la Audiencia de Vizcaya ordenaba la excarcelación de los dos sujetos. En su sentencia, el órgano de Justicia aclaró que los archivos pedófilos encontrados en poder de los acusados ascendía a 42 y 6, respectivamente. Asimismo, apuntó que los expertos de las fuerzas de seguridad no pudieron acreditar que estos vídeos y fotografías hubieran sido abiertos y seleccionados por los procesados entre una maraña de miles de películas, canciones y videojuegos que almacenaban. Además, el juez dijo albergar «dudas razonables» de que el material hubiera sido descargado de Internet «de manera voluntaria y consciente». Por todo ello, les declaró inocentes de las graves acusaciones que pesaban sobre ellos.

Opción de previsualización

El fiscal, no obstante, no se mostró de acuerdo con el fallo y decidió recurrir al Tribunal Supremo. Su principal argumento fue que el programa Emule cuenta con una opción de previsualización de los archivos que comienzan a bajar y que los jóvenes pudieron haber utilizado dicha herramienta para ver de qué se trataba lo que habían puesto en la cola de descarga.
El alto Tribunal resuelve ahora que la resolución de la Audiencia de Vizcaya se ajusta totalmente a derecho y que los dos procesados no actuaron con dolo. Se constata que ambos intercambiaban y se apropiaban de un volumen «enorme» de información, muchas veces a petición de sus amigos. Asimismo, se acredita que en el historial de búsquedas de archivos no se emplearon las típicas claves o siglas que emplean los adictos a la pedofilia para camuflar los contenidos. «Nada hay en la causa que relacione a los acusados con la pornografía infantil», concluye.
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