Polémico apoyo a tres acusados por abuso sexual de una menor. Familiares y vecinos de los imputados clamaron por las “víctimas”.

Buenos Aires - Argentina.- (La Razón) Una insólita marcha de vecinos y familiares a favor de tres hombres que abusaron de una adolescente de 14 años, y que se filmaron mientras tenían relaciones sexuales con la menor, generó tensión ayer en el que hasta hace poco era el tranquilo pueblo bonaerense de General Villegas.

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La chica declaró anteayer en los tribunales de la ciudad bonaerense de Trenque Lauquen bajo el método de Cámara Gesell. El abogado defensor, Tomás Correa, dijo que la adolescente habló “de la violación” y del uso “de la fuerza” y “presuntas amenazas”, como advertencias “solapadas” de que lo ocurrido “no lo tenía que saber nadie”, hechos que agravarían el cuadro para los imputados, que son tres jóvenes entre 25 y 31 años.
Blanca Lescano, la madre de la víctima, habló con los medios y se quebró. Dijo que luego de la declaración su hija “está shockeada y tiene miedo de que le pase algo en la calle”. La mujer también aseguró sentir “bronca, vergüenza y miedo”, ya que gran parte de la sociedad de General Villegas los estigmatizó y acusó a la menor abusada de “provocar” a los tres acusados.
Por otro lado, un tío de uno de los acusados afirmó, increíblemente, no estar avergonzado por lo que hizo su sobrino, y lo justificó de esta manera: “Vergüenza deberían sentir los padres, porque sabían lo que era la adolescente.” La marcha convocó a una treintena de personas y fue encabeza por la esposa de uno de los jóvenes imputados, que aseguró ante la prensa que su marido es “inocente”, y se negó a reconocer que su pareja era uno de los que aparecen en al video teniendo sexo con la adolescente, el cual se difundió a través de celulares a todo el pueblo.
Ante las cámaras de televisión, una vecina que participó en la insólita protesta aseguró que apoya a los acusados porque uno de ellos “tiene hijos”.
La Cámara Gesell fue solicitada por el fiscal Fabio Arcomano, que caratuló la causa como “violación sexual simple” y “difusión de pornografía infantil”, por lo que los acusados podrían ser condenados a cuatro años.