Explotacion sexual de niños en centro de Lima

Lima - Perú.- (agenciaorbita.org) "¿Qué carnecita fresca tienes para mí hoy? Necesito nuevas glorias de Pucallpa, cabritos de 13 o 14 añitos", dice una voz oscura y enferma. Del otro lado de la línea telefónica, "Mary", la recepcionista del hotel "Tauro" del centro de Lima, responde: "Acá siempre tendremos lo que te gusta".

Perturbados diálogos como este son los que se repiten a diario en ese hospedaje de la cuadra 7 de la avenida Tacna. Ellos revelan la indignante explotación sexual de la que son víctimas decenas de niños y adolescentes, a vista, paciencia y hasta complicidad de la Municipalidad de Lima y de malos efectivos de la Policía Nacional.

La modalidad del "delivery sexual" es muy popular en los ­círculos de la prostitución homosexual callejera que opera vertiginosamente en los jirones Washington, Chota, Zepita y otras calles ubicadas en el cuadrante conformado por las avenidas Tacna, Paseo Colón, Alfonso Ugarte y el jirón Ica.

OJO se adentró en esta zona y descubrió el oscuro mundo de prostitución, pedofilia y trata de menores que alberga, que es relatado en detalle por sus mismas víctimas.

"Son cachorritos, de entre 13 y 17 años, que son traídos de Pucallpa y otros lugares de la selva con engaños. Los alojan a la fuerza en los hoteles Tauro, Tauro sucursal (del jirón Quilca) y La Positiva (entre Cailloma y Colmena)", relató una trabajadora sexual.

Dichos hospedajes son los más caros y lujosos de la zona. A los menores les hacen cobrar por sus servicios sexuales entre 50 y 100 soles.
"Es indignante, estos malditos los violan y así los convierten en homosexuales", relata la fuente.

Pasada la medianoche, los adolescentes son vistos en las calles usando vestimenta de mujeres y hasta luciendo cuerpos voluptuosos (inyectados con el popular "aceite de avión"). Allí se mezclan con los travestis adultos.

Sin embargo, no necesitan pararse mucho en las esquinas. El servicio brindado en los hoteles consiste en que los clientes, una vez acomodados en las habitaciones, piden por teléfono a los menores.

"El hotel les pone todo: trago, sexo con menores y drogas. Ellos sólo tienen que dejar sus tarjetas de crédito", indica otra fuente.

En el hotel "Tauro", según una fuente que estuvo alojada allí y quedó indignada con lo que vio, la persona encargada de proporcionar adolescentes varones o mujeres es María (conocida como "Mary"), una mujer provinciana que trabaja como recepcionista.

Otro implicado es un tal Luis, quien sería el administrador. El dueño de este hospedaje es un ciudadano japonés. OJO comprobó que en el interior de este hotel hay un extraño movimiento de adolescentes.

Para la mayoría de meretrices no es una novedad decir quiénes son los pedófilos que pagan por sexo con menores: empresarios, fiscales y hasta jueces poderosos.